viernes, 19 de septiembre de 2008

Mario Bunge

La investigación científica
Capitulo 4. “Problema”

4.4 UN PARADIGMA, UN MARCO Y UNA COMPARACIÓN
A diferencia de los no científicos, los prob1emas científicos son miembros de sistemas problemáticos, o sea, constituyen conjuntos de problemas lógicamente interrelacionados. Un sistema problemático es un conjunto parcialmente ordenado de problemas, esto es, una secuencia ramificada de problemas dispuestos en orden de prioridad lógica. El descubrimiento y la modificación de esa ordenación parcial de los problemas es una parte de la estrategia de la investigación, y hay que esbozarla, aunque sea esquemáticamente, para que la investigación no sea casual, lo que la haría estéril o casi estéril.
Los problemas de rutina son los que pueden tratarse con estrategias ya fijadas, porque no se presentan grandes novedades en el curso de su investigación. Los problemas [169] de investigación, por su parte, exigen estrategias varias: la ordenación (parcial) de los problemas puede tener que alterarse en el curso de la investigación más de una vez, a medida que los resultados arrojan nueva luz sobre los problemas iniciales, y a medida que se presentan nuevos problemas que no habían sido previstos cuando se planeó la estrategia inicial.
La necesidad de cambiar de plan corrobora, en vez de refutar, la tesis de que la investigación científica es investigación planeada, aunque sea sólo parcialmente y a pequeña escala: no podría ser de otro modo, puesto que la investigación consiste en manejar conjuntos (sistemas) parcialmente ordenados de problemas. La libertad de la investigación científica no consiste en una ausencia de orientación o programa, sino en la libertad de elegir sistemas problemáticos, planteamientos, métodos y soluciones sin más objetivo que la consecución de la verdad. La investigación no es libre cuando carece de plan, sino cuando son los mismos investigadores los que programan su trabajo y cambian el programa en respuesta a necesidades internas.
Ilustremos la sistematicidad de los problemas científicos con un caso de interés en la ciencia social: la cuestión del poder, la cual, desde luego, no es un problema suelto, sino un complejo sistema problemático. Ese sistema puede analizarse, aunque no de modo único, para obtener los siguientes pasos ordenados.

1. ¿Cómo se describe el poder?
1.1 ¿Cuáles son los ejemplos típicos de situaciones de poder? O sea: ¿qué casos, intuitivamente (pre-sistemáticamente) reconocidos como implicantes de una relación de poder, debemos considerar como típicos?
1.2 ¿Qué factores son relevantes para el poder? ¿Cuáles son las variables de que depende el poder? ¿Recursos naturales? ¿Fuerza de trabajo? ¿Nivel técnico? ¿Fuerza represiva? ¿Ideas? Y ¿qué factores son concomitantes con el poder? ¿La organización jerárquica? ¿El privilegio? ¿El derecho? ¿La violencia? ¿El adoctrinamiento? ¿La corrupción? 1.3 ¿Dónde rige la relación de poder? ¿En la naturaleza, o sólo en la sociedad? Si lo último es el caso, ¿al nivel individual, al molecular, o en ambos? O sea: ¿cuáles son los relata de la relación de poder: individuos, grupos o unos y otros?
1.4 ¿Cuál es la taxonomía del poder? ¿Cuáles son las clases de poder y de situaciones de poder, y cómo se relacionan esas clases?

2. ¿Cómo se analiza el poder?
2.1 ¿Cómo debe plantearse el problema del poder? ¿Qué punto de vista debe adoptarse? ¿Debe seleccionarse una clase especial de poder (económico, político, ideológico) o debe estudiarse ‘el poder en general’? ¿Debe estudiarse el aspecto psicológico o el aspecto social del poder, o ambos? ¿Debemos adoptar un punto de vista externo (fenomenológico) o estudiar los mecanismos del poder?*
2.2 ¿Cómo se define el poder? ¿Qué propiedades son necesarias y suficientes para caracterizar la relación de poder? Es sin duda una relación de orden, pero ¿qué más es? Si la definición tiene que servir como criterio operativo para reconocer el ejercicio de poder, si debe contestar a la pregunta ‘¿Cómo se reconoce el poder?’, entonces los conceptos definientes tienen que ser accesibles a la observación, directa o indirectamente; en otro [170] caso no es necesaria tal restricción. Podemos, por ejemplo, intentar la definición siguiente: “x ejerce poder sobre y en el respecto z si y sólo si el comportamiento de y en el respecto z en presencia de x difiere sensiblemente del comportamiento de y en el respecto z cuando x no está presente”. Toda definición planteará a su vez ulteriores problemas: ¿es formalmente correcta y cubre los casos típicos de poder en que estamos pensando?
2.3. ¿Cómo se mide el poder? ¿Debemos contentarnos con un concepto comparativo de poder, o podemos analizarlo para obtener rasgos objetivos cuantitativos? En el caso de que emprendamos ese segundo camino, ¿qué unidad de poder adoptaremos?

3. ¿Cómo se interpreta el poder?
3.1. ¿Cuál es la estática del poder? ¿Cuáles son las relaciones de poder entre los miembros de un conjunto cuando éste se encuentra en equilibrio? (búsqueda de las leyes del equilibrio de poder.)
3.2. ¿Cuáles la cinemática del poder? ¿Cómo surgen las relaciones de poder y cómocambian en el curso del tiempo? ¿Qué configuraciones son inestables y cuáles son las direcciones más probables del cambio: hacia el equilibrio o apartándose de él? (búsqueda de las leyes de la evolución del poder.)
3.3. ¿ Cuál es la dinámica del poder? ¿Qué fuerzas pueden alterar el equilibrio del poder y qué fuerzas pueden restablecerlo? (búsqueda de las leyes del mecanismo del poder).

Ese paradigma de la estrategia de la investigación es una secuencia de tres pasos principales: descripción, análisis e interpretación. La resolución del problema de descripción requiere un repaso de los datos sociológicos e históricos relevantes, y usa instrumentos analíticos más bien elementales. Pero el éxito de las tareas descriptivas dependerá de la habilidad analítica del investigador, así como de su acervo de conocimientos. Por de pronto tiene que reconocer que el poder no es una cosa ni una sustancia segregada por entidades poderosas, sino una relación; luego, la taxonomía del poder puede ser ruda o sutil según que se ignoren o usen ideas de la teoría de conjuntos. El segundo grupo de problemas, el análisis, es conceptual y metodológico. Una vez elaborado en este estadio un concepto afinado de poder, el investigador puede retrotraerse al estadio número uno para perfeccionar su anterior descripción. El último estadio, el de la interpretación, consiste en formular hipótesis, leyes relativas al poder, y en establecer las relaciones esos enunciados legaliformes: se trata de problemas de construcción. Una vez construida una teoría razonablemente satisfactoria del poder, aumentará el número de los problemas empíricos y metodológicos: en efecto, habrá que someter la teoría a contrastación, tal vez no con la mera evidencia empírica ya disponible, sino con otra adicional cuya búsqueda puede ser sugerida por la teoría misma, en el caso de que ésta no sea un mero resumen fenomenológico. En el contexto de esa teoría podrán plantearse problemas más ambiciosos -como “¿Por qué se desea el poder?”, y “¿Cuándo y cómo empieza a cambiar tal o cual configuración de poder, y en qué sentido?” Por último, la respuesta al problema de valoración “¿En qué medida es verdadera la teoría?”, supondrá la comprobación de la adecuación de las respuestas suministradas por la teoría a las anteriores preguntas.
El anterior paradigma ilustra las tesis siguientes. (i) Los problemas científicos se presentan en grupos o sistemas. (ii) Esos sistemas tienen que analizarse hasta llegar a problemas-unidad. [171] (iii) Esos problemas-unidad tienen que ordenarse, provisionalmente al menos. (iv) Esa ordenación, o sea, la estrategia de la resolución de problemas, tiene que establecerse de acuerdo con la naturaleza de los problemas mismos, y no en respuesta a presiones extracientíficas. (v) Toda estrategia de la investigación, por modesta que sea, tiene que evitar su restricción a la mera recogida de datos, y tiene que ocuparse también de problemas conceptuales y metodológicos y a veces de estimación.
Vamos a intentar ahora exponer el esquema general de la resolución de problemas en la ciencia factual. El tratamiento de un problema, o, por mejor decir, de un sistema problemático, no empieza con el efectivo trabajo de resolución, ni termina cuando se ha hallado una solución. Pueden distinguirse cinco estadios principales: formulación, exploración preliminar, descripción, interpretación y control de la solución. Cada estadio puede dividirse a su vez en cierto número de problemas particulares; a continuación se da una lista más a título de ilustración que de enumeración completa.

1. Formulación.
1.1. ¿Cuál es el problema? (identificación del problema).
1.2. ¿Cuáles son los datos? (acervo de información).
1.3. ¿Cuáles son los supuestos? (acervo de ideas).
1.4. ¿Cuáles son los medios, p. ej., las técnicas? (acervo de procedimientos).
1.5. ¿Cuáles son las relaciones lógicas implicadas, p. ej., entre los datos y la incógnita? (Condiciones que relacionan los constituyentes del problema).
1.6. ¿Qué clase de solución se desea? (esquema).
1.7. ¿Qué tipo de comprobación se necesita? (identificación de la solución).
1.8. ¿Por qué se busca una solución? (finalidad).

2. Exploración preliminar.
2.1. ¿Qué aspecto tiene? (búsqueda de analogías con lo conocido).
2.2. ¿Está definido? Si lo está, ¿cómo? (en el caso de conceptos).
2.3. ¿Está presupuesto? Si lo está, ¿sobre qué base? (en el caso de supuestos).
2.4. ¿Está tomado como hipótesis? Si lo está, ¿con qué evidencia favorable? (en el caso de supuestos).
2.5. ¿Es observable? (en el caso de objetos físicos).
2.6. ¿Es contable o medible? (ídem).
2.7. ¿Cómo puede contarse o medirse? (ídem).

3. Descripción.
3.1. ¿Qué es? (referente).
3.2. ¿Cómo es? (propiedades).
3.3. ¿Dónde está? (lugar).
3.4. ¿Cuándo ocurre? (tiempo).
3.5. ¿De qué está hecho? (composición).
3.6. ¿Cómo están sus partes —si las tiene— interrelacionadas? (configuración).
3.7. ¿Cuánto? (cantidad).
4. Interpretación.
4.1. ¿Cuáles son las variables relevantes? (factores).
4.2. ¿Cuáles son los factores determinantes? (causas).
4.3. ¿Cómo están relacionadas las variables relevantes? (leyes)
4.4. ¿Cómo funcionan? (mecanismos).
4.5. ¿De dónde o de qué procede? (origen físico o lógico).
4.6. ¿En qué se transforma? (predicción).

5. Control de la solución.
5.1. ¿Cuál es el dominio de validez de la solución? (límites).
5.2. ¿Puede obtenerse la misma solución por otros medios? (posible comprobación independiente).
5.3. ¿Era conocida la solución? (originalidad).
5.4. ¿Es la solución coherente con el cuerpo de conocimiento aceptado? (inserción)
5.5. ¿Qué diferencia —si la supone— significa la solución para el cuerpo de conocimiento accesible? (efecto).

Las cuestiones de formulación, de exploración preliminar y de control se presentan en la ciencia formal igual que en la factual (como ha demostrado G. Pólya). Las tres primeras cuestiones de la exploración preliminar son también comunes a todas las ciencias, sean formales o factuales, y lo mismo puede decirse de los dos primeros problemas descriptivos. Los problemas de interpretación de hecho son peculiares a las ciencias factuales.
Examinemos por último las analogías y las diferencias entre los problemas científicos y acertijos como las palabras cruzadas. Esto iluminará un poco más nuestro problema. Pueden registrarse los siguientes rasgos comunes a unos y otros.

(i) En ambos casos se presupone un cuerpo de conocimiento. Del mismo modo que una persona analfabeta no puede enfrentarse con un acertijo de palabras cruzadas, así también es muy poco frecuente que un aficionado sin preparación pueda enfrentarse con un problema científico. Los infrecuentes casos de recientes aportaciones relevantes hechas por aficionados (comportamiento animal y radioastronomía) se han producido en campos nuevos y suponían en sus autores algún conocimiento especializado previo.
(ii) En ambos casos se trata de problemas suficientemente bien formulados. En el caso del juego la incógnita es un conjunto de palabras interrelacionadas; en el caso de la ciencia la incógnita puede ser un objeto (p. ej., una fuente de ondas de radio), una propiedad (p. ej., una longitud de onda), una proposición (p. ej., una ley), o cualquier otra entidad valiosa cognoscitivamente. En los dos casos se conocen los constituyentes del problema y también los medios en la mayoría de los problemas científicos.
(iii) El sujeto operador avanza mediante conjeturas en ambos casos. En el de las palabras cruzadas, las conjeturas consisten en suponer que determinadas palabras que cumplen la descripción dada en las instrucciones se combinan adecuadamente con las palabras restantes. En el caso del problema científico también las hipótesis tienen que satisfacer condiciones de compatibilidad: tienen que recoger los datos y tienen que ser consistentes entre ellas y con el acervo del conocimiento. En ambos casos se requiere pues una coherencia doble. [173]
(iv) En ambos casos se someten las conjeturas a contrastación: el sujeto operador comprueba si corresponden a los datos y a las condiciones del problema, así como si concuerdan con las demás hipótesis.
(v) En ambos casos se controla la solución. En el de las palabras cruzadas, la solución se compara con la publicada por el periódico. En el caso científico, se repiten las mediciones o se toman con otros instrumentos, y las ideas se estiman con la ayuda de otras ideas. Por lo demás, en ambos casos el control es accesible al público.
Esas semejanzas no deben escondernos las diferencias entre juegos como las palabras cruzadas y problemas científicos. En primer lugar, en la ciencia factual nunca es definitiva la contrastación de los supuestos componentes y de la solución final: siempre es posible que aparezca evidencia falsadora, o argumentaciones desfavorables, incluso en el caso de las ideas mejor establecidas. Consiguientemente, no hay soluciones finales para problemas científicos relativos a hechos: a diferencia de la resolución de juegos y acertijos, la resolución de problemas científicos no tiene fin. En segundo lugar, la finalidad primaria de la investigación no es el entretenimiento, sino el incremento del conocimiento. A diferencia de los juegos, que son obstáculos artificiales levantados a plazo corto y con finalidad personal, los problemas científicos son obstáculos “naturales” en el sentido de que arraigan en la evolución de la cultura moderna, y de que su solución puede ser socialmente valiosa. El valor que tiene la investigación como entretenimiento se da por añadidura.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

El brío del texto

Si acepto juzgar un texto según el placer no puedo permitirme decir: éste es bueno, este otro es malo. Son imposibles entonces los premios, la crítica, pues ésta implica un punto de vista táctico, un uso social y a menudo una garantía imaginaria. No puedo dosificar, imaginar que el texto sea perfectible, dispuesto a entrar en un juego de predicados normativos: es demasiado esto, no es suficiente esto otro; el texto (ocurre lo mismo con la voz que canta) no puede arrancarme sino un juicio no adjetivo: ¡es esto! Y todavía más: ¡es esto para mí! Este para mí no es subjetivo ni existencial sino nietzcheano (“…en el fondo, ¿no es siempre la misma cuestión: qué significa esto para mí?...).