sábado, 31 de marzo de 2007

Jean Piaget

Perspectiva teórico-metodológica de Jean Piaget y su obra.

La extraordinaria difusión que ha tenido la obra de Piaget en los últimos años ha quedado circunscripta, en forma casi exclusiva, al dominio de los psicólogos y al de los pedagogos. En ambos campos los aportes de la psicología genética han revolucionado las concepciones clásicas sobre la inteligencia y los procesos de aprendizaje.

Sin embargo, es en el campo de la epistemología donde deben buscarse los fundamentos de la obra piagetiana. Piaget es, ante todo, un epistemólogo. Su interés no reside en el desarrollo de la psicología ni en sus aplicaciones a la pedagogía: su interés está centrado en los mecanismos de producción de conocimientos y es en virtud del modo particular de planear ciertos interrogantes epistemológicos que Piaget es inducido necesariamente al desarrollo de una teoría psicológica, dada la insuficiencia de la psicología que encuentra “a disposición”. Es solamente desde la perspectiva que ofrece su teoría del conocimiento que se torna posible descubrir la significación global de su obra y su fuerza explicativa.

La originalidad de Piaget va a consistir en introducir la verificación experimental dentro mismo de la epistemología, como un método más. En efecto, aunque Piaget haya construido una psicología para dar sustento experimental a sus afirmaciones epistemológicas, el recurso a la psicología no se agota en la referencia a los resultados de otra ciencia, independientemente de la epistemología. Es cierto que la caracterización del sujeto cognoscente no podrá hacerse ignorando la psicología, tanto como la caracterización del objeto de conocimiento no podrá hacerse ignorando lo que es ese objeto para las distintas ciencias experimentales (física, química, biología, etc.). La epistemología genética pretende ser ciencia y proceder, en consecuencias, como las demás ciencias, formulando preguntas verificables. Los procedimientos de verificación serán en función de la pregunta, y la verificación empírica se impondrá reiteradamente para conocer la génesis real de ciertas nociones, procesos de inferencia, formas de razonamiento elementales, etc.

Piaget plateará así tres métodos complementarios a utilizar en epistemología genética: el análisis formalizante (problemas de estructura formal de los conocimientos y validez de esos sistemas); el análisis psicogenético (problemas de hecho y no de validez formal referidos a la caracterización de los estados de conocimiento en distintos niveles sucesivos y a los mecanismos de pasaje entre uno y otro); método histórico-crítico (reconstitución de la historia de la ciencia en tanto análisis de los procesos conducentes de un nivel de conocimiento a otro).

La posibilidad de compatibilizar las tres metodologías plantea una serie de problemas: las relaciones entre el análisis formalizante y el método psicogenético remiten las relaciones entre lógica y psicología a las que ya nos hemos referido. Pero las relaciones entre el método psicogenético y el histórico-crítico han dado lugar también a equívocos sistemáticos: Piaget no pretende explicar la ontogénesis a partir de la sociogénesis del conocimiento, ni a la inversa; tampoco pretende sugerir que la ontogénesis recapitula la sociogénesis. ¿Cómo se explican entonces las referencias cruzadas, tan frecuentes en sus obras epistemológicas, donde se confrontan datos relativos a la ontogénesis del conocimientos con datos relativos a la historia de la ciencia? Lo que interesa a Piaget, es encontrar un modelo general explicativo del pasaje de un estado de menor conocimiento a otro de mayor conocimiento; las comparaciones entre ambos tipos de génesis apuntan a la consideración de los mecanismos generales de organización, desequilibración y reequilibración. Por otra parte, la legitimidad de la comparación está sustentada en la demostración de una continuidad entre el conocimiento “natural” o precientífico y el conocimiento científico.

Finalmente, es preciso recordar que el método psicogenético no es privilegiado de entrada, sino que recurrir a él está justificado por la imposibilidad de controlar experimentalmente las afirmaciones relativas a la historia de la ciencia y por la imposibilidad de remontarse hasta los estados iniciales que precedieron a la ciencia constituida.
Tomado de: Piaget, Jean. Introducción a la epistemología genética, Editorial Paidós, reimpresión en México, 1987. 315 p.

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